La historia que nos impulsa
Esta es una historia de madres. Aquí hablamos de dos madres, pero
mucho más allá, hablamos del amor de madre y el amor a una madre.
La historia de las madres Laffore y Casamayor es seguramente la
historia de dos mujeres que parecería que poco tuvieran que ver y
que sin embargo, tenían tanto en común.
La madre Laffore murió muy joven, demasiado joven, en el momento
en el que traía al mundo a su quinto hijo. Fue su último grandísimo
acto de amor. Su vida estuvo llena de actos de amor, de amor
incondicional, desinteresado, buscando siempre solo una cosa:
contribuir al bien de los demás.
Ella era malagueña, pero afincada desde joven en Madrid, tuvo en su
corta vida la oportunidad de repartir mucho amor. Tuvo un hermano
de padre y madre al que adoraba - amor mutuo – y otros cinco
hermanos de madre. Se casó con un hombre al que también adoraba,
tuvo cinco hijos y a los cinco también les amaba con locura. Se
dejaba la vida por ellos. Es muy difícil imaginar tanta generosidad.
Les llevaba, les traía, les defendía, ponía la cara por ellos siempre.
También amaba al resto de la familia y se dejaba la piel por agradar,
juntar, celebrar, por difícil que a veces pudiera resultar, ella siempre
se esforzaba y encima con una sonrisa en los labios. Nunca una mala
contestación, nunca una mala cara, siempre una frase de aliento, un
beso, un abrazo...
La madre Casamayor tuvo sin duda una vida más fácil y sobre todo
mucho más larga. Ella nació en Zaragoza y se vino a vivir a Madrid a
casarse con el amor de su vida (aunque parece ser que algo hubo
antes, jejeje..). Tuvo la suerte de ser tan amada como amaba y de ese
amor vinieron cuatro hijos que, según ella, eran lo que más quería del
mundo, aunque tenía tal capacidad de amar que es difícil saber hasta
donde...
Ella enseñó lecciones de vida de esas que jamás se olvidan y que
hacen que lo aprendido nos haga vivir mejor. En común con la madre
Laffore, muchas cosas... la volvía loca juntar a la familia, celebrar y
disfrutar de todo y de todos. Siempre con sonrisas, besos, abrazos.
Su máxima: no discutas. Haz lo que consideres sin necesidad de
convencer al otro...
Esta historia, es una historia de madres... del amor
incondicional, del propósito, de la libertad, de la
pasión, de las relaciones.
Madre Laffore y Madre Casamayor amaban los
platos como símbolo de familia... recuerdo los
platos de croquetas de Madre Laffore, recuerdo los
platos que Madre Casamayor nos daba con tanto
amor como cantidad...
Es el símbolo de unión, de familia, de amor.
Iniciamos esta historia con la ilusión de contaros
muchas historias de madres Laffore y Casamayor y
con la ilusión de recibir muchas historias de vuestra
parte!
Nacemos con la pasión e ilusión para convertirnos
en el referente de deco de tu hogar.